sábado, 30 de mayo de 2009

el silenciador no hace crecer a la iglesia

otra nueva envestida ha dado la iglesia catolica a los 32 asambleistas que votaron a favor de la vida de las mujeres. Magda Rodríguez. Demostenes y Gilberto en Santiago fueron avisados en las misas, por esto comparto un texto de un sacerdote que al abordar las dificiles situaciones de la iglesia catolica plantea la intolerancia como uno de esos gravisimos :
la iglesia debe actuar misericordemente
La misericordia exige preocupación por la persona errada, ofrece alternativas de solución ante las circunstancias. También existe el procedimiento de llamada de atención siguiendo el espíritu de Mt 18,15-17 (“Si tu hermano peca contra ti, vete a corregirlo entre él y tú solos...si no te escucha llévate a uno o dos, para que toda causa se base en la declaración de dos o tres testigos; y si no quiere escucharlos dilo a la iglesia...”). No tengo conocimiento que se haya operado bajo este criterio evangélico, más bien se han tomado medidas finales sin explicaciones.

unidad de la Iglesia no proviene del acuerdo de sus miembros, o de la uniformidad de criterios. Las divergencias son asuntos para ser tratados, deben conformar la agenda siempre abierta de unos fieles que no quieren encerrarse en sus seguridades de catecismo infantil. Más bien las divergencias ayudan saludablemente a crear unidad a reducir la problemática a lo esencial, a redefinir hoy la verdad de siempre.

La unidad sí se crea al fomentar un clima de confianza, al invitar a dialogar, a escuchar con respeto. Creyentes maduros habituados a ejercer la racionalidad no pueden tolerar el argumento arrogante: “Si te opones a mí te opones a Cristo”. El diálogo hace bien, más bien aún a aquellos que se sientan en la cabecera. Oremos para que el don de la escucha se haga camino a través de las pesadas mitras bordadas con hilos de oro.http://www.reflexionyliberacion.cl/modules.php?name=News&file=article&sid=116

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